domingo, 5 de abril de 2009

LLEGADA DE SALOMON AL TRONO COMO REY



Para poder entender todo el contexto de la llegada de Salomón al trono como rey, es importante hablar de todo lo acontecido desde su nacimiento hasta la posesión definitiva del trono mencionado.


NACIMIENTO DE SALOMÓN.

Salomón fue hijo del rey David y de Betsabé, mujer con la cual David había cometido adulterio y homicidio en el intento de ocultarlo. Después de la amonestación del profeta Natán, el cual había predicho que el hijo que había nacido iba a morir (1 Sam. 12:14), David tuvo intimidad de nuevo con Betsabé,(v. 24) la cual le dio un hijo llamado Salomón, cuyo nombre significa según el diccionario Nelson “El pacífico”[1] También el profeta le dio un nombre, Jedidías, que significa amado de Jehová. Según la narración del libro 2 de Samuel en el capítulo 5, el nacimiento de Salomón se dio a los inicios del reinado de David. Se menciona que Salomón nació en Jerusalén y en 5:14 del libro mencionado están los nombres de todos los que nacieron en Jerusalén hijos de David, pero no se especifica el nombre de sus madres, por lo que no tenemos seguridad para saber cuantos de ellos son hijos de Betsabé, solo sabemos con seguridad que Salomón lo era, ya que en el versículo 13 se hace mención de otras concubinas y mujeres que David tomó en Jerusalén, aunque el diccionario Nelson afirma con seguridad que todos son hijos de Betsabé.
Antes de que Salomón naciera David tenia la intención de edificar templo para Dios, pero tuvo una revelación en la que se le prohibía edificar a causa de la sangre que había derramado y las guerras que había hecho, por lo cual Dios mismo le prometió un hijo que se llamaría Salomón, quien iba a ser un hombre de paz y traería paz al reino, esto lo encontramos en el libro 1 de Crónicas 22. Desde antes del nacimiento de Salomón David ya sabía que él iba a ser su sucesor, porque Dios mismo se lo había revelado.


ASCENCION DE SALOMÓN AL PODER

En la historia bíblica no se mencionan datos de la vida de Salomón antes de su llegada al trono, solo se menciona su nacimiento y su llegada al trono. La llegada al trono para Salomón no fue fácil, tuvo que batallar con muchos opositores, el primero que quiso aspirar al trono fue Absalón, quien intentó usurpar el trono de su padre David, Absalón ocasionó muchos problemas a David, es posible que haya influido el hecho de que este fue el único hijo que tuvo con una extranjera, Maaca. Absalón había matado a Amnon, en venganza por haber matado a su hermana Tamar y por esto huyó de su padre, aunque después de un tiempo regresó para ser reconciliado con la intervención de Joab. Una vez establecido de nuevo intentó usurpar el trono de David, pero fue derrotado y por último asesinado por las tropas de David en cabeza del mismo Joab.
Después del intento de Absalón por conquistar el trono, continuó su lucha Adonías, otro hijo de David y el mayor de los sobrevivientes, esto es narrado en el libro de 1 de Reyes 1. Aquí nos dicen que la raíz de este intento de usurpación fue la rebelión (V. 1:5), además del orgullo que se nota en las palabras “yo reinaré”, Adonías quiso aprovechar la vejez de su padre para tomar el trono, estos aires de grandeza es posible que se deban a que David nunca se preocupó por corregirlo, pues nunca lo había entristecido para decirle ¿Por qué haces así? (v.6), esa falta de corrección había producido a un hombre que no tenía ningún respeto por su padre con sus decisiones ni por Dios, pues es posible que este hombre sabía que el sucesor que Dios había designado era Salomón no él. Pero a pesar de esto quiso levantarse para hacer su voluntad. Otro aspecto interesante de la rebelión de Adonías fue su unión con Joab, el mismo que había dado muerte a su hermano Absalón, esto demuestra que no existía en el ningún afecto hacia su hermano fallecido, no le importaba aliarse con el asesino de su hermano con tal de lograr sus propósitos. También llama la atención la traición de Joab, quien en otro tiempo fue alguien muy allegado a David y general del ejército, aquí se notan claramente los deseos egoístas del corazón humano, en este ejemplo se nota que cuando una persona se deja llevar por la ambición y el hambre de poder, no le importan los principios éticos que lo han regido y en un momento caer en la deslealtad que dejará manchado su corazón por el resto de su vida. Para David no debió ser nada fácil tener que experimentar tantas dificultades con su familia, la violación de Tamar en manos de Amnon, la muerte de Amnon en manos de su hermano Absalón, la muerte de Absalón a causa de su deseo de usurpación del trono, y ahora la rebelión de Adonías. Aunque la poligamia era permitida en ese momento, en las consecuencias vividas por David, tener que observar tanta violencia en el seno de su hogar, se nota claramente que no es la voluntad original de Dios esta clase de familias, y en la revelación progresiva manifestada en la Escritura hoy entendemos claramente que Dios quiere hogares monogámicos por la salud emocional y la estabilidad que podemos brindarle a nuestros hijos y a nuestros cónyuges.
Una vez Adonías logra usurpar el trono clandestinamente, el profeta Natán le habla a Betsabé, madre de Salomón, para advertirla de lo que está sucediendo y para que le lleve la noticia a David, la cual efectivamente así lo hace. Aquí vemos a un profeta que no está callado ante las posibles desviaciones del pueblo, y no solo eso, si no que hace todo lo posible para evitar el mal que vendría en caso de que Adonías lograra sus objetivos, él era conocedor de la voluntad de Dios acerca de Salomón, el mismo le había puesto el nombre e hizo todo lo que estuvo a su alcance para evitarlo, y efectivamente lo logró. También es importante destacar la actitud de Betsabé, ella no se quedó durmiendo después de recibir el consejo del profeta, ella escuchó la palabra dicha por el profeta y entendió que era una advertencia de Dios, fue muy diligente en atender sus directrices y actuó inmediatamente, aunque es importante decir que no solo lo hizo por obediencia a Dios, sino porque estaban los intereses suyos y los de su hijo de por medio. Cualquiera podría afirmar que no hay nadie que pueda destruir los planes de Dios, pero en este caso, notamos que Dios se vale de personas diligentes para cumplir sus propósitos.
Adonías ya había convencido a personas muy importantes para que lo siguieran, y entre ellos estaba el sacerdote Abiatar, quien estaba utilizando su investidura sacerdotal con propósitos egoístas y personales, no cabe duda de que fuera un sacerdote con mucha falta de discernimiento y desconocedor de la voluntad de Dios, utilizó su sacerdocio con fines políticos mal encausados, bueno tal vez eran personas que estaban convencidas de estar agradando a Dios con sus actos, ignorando que estaban lejos de sus planes.
Después de haber hablado Betsabé y el profeta Natán con el Rey David, él mismo le afirma a Betsabé que había hecho un juramento que no iba a echar a tierra, pues David era un hombre que cumplía su palabra y mucho mas cuando se trataba de obedecer a Dios, por esta causa le ratificó su juramento diciendo que Salomón se sentaría en su trono en lugar suyo y reinaría después de él (v. 30). A pesar de la vejez de David, no se había olvidado de sus compromisos con Dios, a pesar de sus debilidades físicas, no olvidó el pacto que había hecho y puso todos sus empeños en consolidar a su hijo Salomón en el trono.
Lo primero que hace David es montar a Salomón en una mula, los sacerdotes Sadoc y Natán debían celebrar el rito religioso del ungimiento, que significaba la aprobación de Dios en el levantamiento de este rey. Se tocaría trompeta diciendo: ¡Viva el rey Salomón! (v.34). Ellos estando en Gihón, hicieron como les ordenó David y ungiéndolo con el cuerno de aceite del tabernáculo, tocaron trompeta. Lo interesante aquí es la reacción del pueblo, no se nota en la convocatoria de Adonías nada de alboroto, solo la gente que lo acompañaba estaba diciendo ¡viva el rey adonías! Pero en el ungimiento de Salomón hubo un gran estruendo, la gente se alegró, cantaban con flautas, esto se debe posiblemente a las grandes expectativas del pueblo, significaba un nuevo periodo de abundantes bendiciones. Es innegable que Dios quería que Salomón reinara, Dios había logrado su propósito, y le había dado una gracia especial de tal manera que tuvo el respaldo total del pueblo, existen ocasiones en que los pueblos han apoyado con grandes estruendos a candidatos malos, los cuales han hecho mucho daño, y el mismo pueblo tuvo que llevar las consecuencias de elegir mal a su candidato, pero en este caso el respaldo del pueblo era dirigido por Dios mismo en su perfecta voluntad.
Cuando Adonías y los que estaban con él supieron lo que ocurría, se levantaron y lo abandonaron, Adonías en medio de la angustia y el temor fue al altar, y quiso que Salomón le jurara que no lo mataría, lo que impacta es la respuesta de Salomón, “si fuere hombre de bien no morirá, mas si se hallare mal en él, morirá” (v. 52). A pesar de su corta edad, no fue débil en su respuesta, ni indolente o indiferente, sino que dio una respuesta inmediata. Al final Salomón le perdonó la vida, tal vez fue librado debido a que fue a buscar refugio al lugar correcto, a los cuernos del altar.
De esta forma Salomón llega al trono como rey. No se puede pasar por alto que las recomendaciones de David su padre tuvieron que tener mucha relevancia en la vida y reinado de Salomón. “Esfuérzate, se hombre” “guarda los mandamientos, la ley de Moisés”, además de las recomendaciones acerca de cómo actuar con diferentes personas y que experiencias había tenido con ellos.
Finalmente Salomón afirma su reino derramando la sangre de Adonías y de Joab, quienes se habían levantado para usurpar su trono. Es increíble pensar, que si Salomón no hubiera hecho esto, tal vez muchos males le habrían hecho estas personas para desestabilizar su reino, pero con este paso, demostró la fuerza de su carácter y afirmó definitivamente su reino.
[1] Biblioteca electrónica e-sword, diccionario Nelson, Salomón.

sábado, 14 de febrero de 2009

JUAN EL BAUTISTA: UN HOMBRE DE DIOS.


TEXTO: Mt. 11:11.
PASTOR ANDRES FELIPE MACHADO

INTRODUCCIÓN: La vida de muchos hombres de Dios, tanto en la Biblia como en la historia de la Iglesia nos sirve hoy de inspiración para la labor que debemos desarrollar para el reino de Dios, aunque estos hombres son solo ejemplos que con su vida nos mostraron caminos maravillosos que deberíamos recorrer, no basta solamente con quedarnos observando perplejos lo que hicieron, ni lo que enseñaron, ni como vivieron, sino que debemos seguir sus pisadas, pues el mismo Espíritu Santo que los llenó, inspiró, fortaleció y usó a ellos es el mismo que también nos puede llenar hoy. Cristo, quien es el mismo ayer, hoy y por los siglos, espera que se levanten en este tiempo hombres que estén dispuestos a vivir intensa y apasionadamente como aquellos hombres del pasado. La vida de Juan el Bautista no puede ser pasada por alto, ya que Cristo mismo dio un testimonio grandioso de él: De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él. Mat 11:11. Por esta razón vamos a detenernos en analizar ciertos aspectos importantes de su vida.

I. SU LLAMADO:
El llamado de Dios es la base fundamental que todo hombre o mujer nacido de nuevo no puede olvidar, si somos hijos de Dios ha sido por un llamado divino especial. No fue por nuestra propia voluntad, sino que somos hijos por la voluntad de Dios, el evangelio declara en Jn. 1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Aquí se refiere a que los hijos de Dios nacen según la providencia del Padre.
Juan el bautista tuvo un llamado de parte de Dios aún desde que estaba en el vientre de su madre, pues fue profetizado aún a su padre el sacerdote Zacarías: Luc 1:13-17 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elizabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento;
Porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos.
E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Obsérvese todo lo que Dios dijo que este hombre haría de forma muy detallada, las palabras nos muestran que Dios tenía todo bajo control, además no fue el mismo Juan quien decidió escoger el ministerio que debía desarrollar, ni el mensaje que debía predicar, sino que Dios fue quien le dio su ministerio profético, no utilizó palabras fuera de contexto, sino que habló de acuerdo a la voluntad de Dios, pues la frase “arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” fueron las mismas utilizadas por Jesús. Por esta razón creemos que los llamados y los ministerios los da el Señor a quien quiere, no nos podemos autoproclamar ministros ni pastores ni evangelistas, ni profetas, ni mucho menos apóstoles, pues Dios es quien llama obreros de acuerdo a su propósito y su voluntad, no debemos atrevernos a ejercer un ministerio al que Dios no nos ha llamado, pues de otra manera, solo podremos experimentar el fracaso y la desilusión. No podemos compararnos con Juan el bautista, ya que su llamado fue único e irrepetible, pero no nos podemos excluir de los propósitos de Dios, pues no todos hemos sido llamados por Dios bajo las mismas circunstancias, no todos hemos tenido el privilegio de nacer bajo un hogar cristiano, ni ser llenos del Espíritu Santo en el vientre de nuestras madres, tal vez muchos tuvimos que sufrir el fruto de nuestra vida separada de Dios y llena de pecado, pero no podemos negar que en todas las circunstancias vividas, también había un propósito de Dios muy claro, y a pesar de no contar con los privilegios del llamado de Juan, podemos decir que podríamos hacer cosas poderosas para el Señor, ya que contamos con el respaldo y la aprobación del Señor Jesucristo, aquel que murió por nuestros pecados en la cruz, y nos redimió con su sangre, cuestión que no logró alcanzar a observar Juan el Bautista aunque fue participe de la preparación de Cristo para su obra redentora.
La misión que Juan el bautista debía desarrollar no se vio frustrada a pesar de todas las pruebas que debía pasar, esto es lo que sucede al hombre o a la mujer llamados por Dios, lo que Dios ha determinado nada ni nadie lo detendrá, lo que Dios ha determinado que suceda sucederá, a pesar de nuestras debilidades y de nuestra humanidad, Dios hará con nuestras vidas lo que Él se ha propuesto, nada podrá detenernos, Dios lo hará.

II. SU CARÁCTER.
Nuestra primera observación radica en el hecho de que Juan recibió su carácter después de ser lleno del Espíritu Santo. No podemos ignorar el hecho de que Juan el Bautista tuvo un carácter aguerrido debido a su profunda comunión con Dios. Su abnegación, no fue solo el producto de una determinación propia, sino que fluía de Dios, su valentía provino directamente de Dios, pues será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre” , los cambios trascendentales en la vida de un hombre son fruto de la comunión íntima y personal con Dios, y no solo el buscó la presencia de Dios, sino que llegó a tener una influencia positiva en las personas a su alrededor, incluso en sus discípulos pues la pregunta que se realizó a Jesús muestra claramente que ellos practicaban el ayuno Mar 2:18 Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?
Ese carácter puede notarse en sus predicaciones. El haber estado en la presencia de Dios aún desde en vientre de su madre, hizo de Juan el hombre que podía predicar la Palabra de Dios abiertamente y sin impedimentos, especialmente sin temores, pues no tuvo temor de decir la verdad, como profeta, denunció los pecados del pueblo sin tapujos, esa es una de las características del hombre y la mujer llenos del E.S. no tiene temor de decir la verdad, no anda con liviandades, y puede hacerlo de tal manera, que las personas entienden claramente que es Dios mismo quien está hablando, después de decir la verdad, lo único que pueden hacer es tratar de levantarse contra ellos o levantar falsos testimonios, pero nunca son fruto de la verdad, sino de la falta de arrepentimiento. Ese mensaje abierto se expresó de una manera muy fuerte, su mensaje era directamente el arrepentimiento, peo el arrepentimiento genuino, sabía discernir quienes verdaderamente estaban arrepentidos y quienes solo buscaban ser vistos por los hombres, por esta razón denunció a los fariseos que se acercaban para ser bautizados diciéndoles: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Mt. 3:7 Pues sabía muy bien que no estaban verdaderamente arrepentidos, que su deseo de ser bautizados no era el resultado de un verdadero arrepentimiento, sino, el ansia de ser vistos por los hombres, era una manera de limpiar livianamente sus conciencias delante de Dios, pero Dios nunca podrá ser burlado, por eso debemos examinar todo lo que hacemos para Dios, examinar los motivos de nuestro corazón y no engañarnos a nosotros mismos, sino procurar por todos los medios hacer la voluntad de Dios, siendo honestos tanto con Dios como con las personas que nos observan lo mas terrible es que algunos piensan que de esta manera pueden llegar a huir de ira de Dios, pero no será de esta manera, el verdadero arrepentimiento viene cuando una persona se da cuenta de la condición de su corazón y acude a Dios con angustia suplicando por el perdón, pero la religiosidad nunca podrá librarnos de la ira de Dios.
Su carácter también lo vemos en si disposición a la confrontación personal. Como habíamos dicho, Juan tuvo tal carácter que no dudó ni por un momento denunciar el pecado de las personas, incluso el de alguien que ni siquiera lo seguía, pues denunció a Herodes el tetrarca, hijo de Herodes el Grande, conocido también como Antipas, quien se casó con la hija del rey nabateo Aretas IV, pero se divorció de ella con el fin de casarse con Herodías, la mujer de su medio hermano Herodes Felipe, frente a este pecado Juan no se quedó callado, sino que habló con valentía, Mar 6:18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. Muy pocos hoy tienen el valor de decir la verdad, aunque saben cual es la causa de los males de las personas que tienen a su alrededor, no hablan nada, al observar el error de las personas prefieren callar cobardemente, porque no poseen la fuerza del E.S. callamos porque no tenemos nada que decir, porque no conocemos la voluntad de Dios. Algunos callan porque no quieren meterse en problemas, pero este no fue el caso de Juan, pues a pesar del peligro que ello representaba habló, Mar 6:19 Pero Herodías le acechaba, y deseaba matarle, y no podía; no sucedió así con Herodes, pues a pesar de su maldad escuchaba a Juan: Mar 6:20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana. Si hubiese tenido temor, se hubiera perdido la oportunidad para que este hombre escuchara la verdad de Dios, aunque eso no le bastó, muchos hoy hacen de la misma manera, escuchan de buena gana pero no se atreven a dar el paso definitivo que los puede salvar de la condenación.

III. SU MISIÓN
Todos estos elementos en la vida de Juan hicieron que pudiera cumplir toda la misión a la que Dios lo había llamado, su abnegación lo convirtió en un hombre dispuesto a hacer todo lo que debía hacer, y apto para la tarea, pues, vivió en santidad para Dios No beberá vino ni sidra, esto concuerda con los requisitos dados a los obispos bajo la inspiración de Pablo cuando dijo: no dado al vino todo lo contrario a lo que muchos ministros modernos quieren hacernos entender. Se preocupó por vivir en santidad más que por adquirir conocimientos aquí nos cabe la frase muy recordada “Es mejor ser un santo que un conocedor. De hecho, la única manera de ser un verdadero conocedor es procurando ser un verdadero santo.”- George Whitefield. Estaba dispuesto a realizar la labor por encima de todas las cosas, aún de su beneficio personal pues como nos dice Mar 1:6 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre.

Preparar el camino del Señor: Esto demuestra la humildad del profeta, pues no hacía la labor para su propia fama, aunque la tuvo, sino, para preparar el camino a Cristo, era un ministerio que trabajaba solo en función de glorificar a Cristo, y esto no redujo su fuerza, por el contrario, la promesa Porque será grande delante de Dios se cumplió en su vida, pues la grandeza se demuestra por medio de la humildad. Su predicación tenía el propósito fundamental de preparar los corazones para la venida y manifestación pública del Mesías prepararía para el Señor un pueblo bien dispuesto, era un hombre que con su vida y testimonio logró influenciar en todo el pueblo, para que tuviesen disposición para el Señor mismo, por eso obtuvo la victoria.
Logró la conversión de muchos. Este es el centro de nuestra labor, que las personas se conviertan de verdad a Cristo, que experimenten el verdadero arrepentimiento, con todos los elementos que este hombre de Dios poseía, seguramente no faltarán las conversiones en nuestro ministerio.
Restauró a las familias. , “para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos,” la restauración de la familia es uno de los planes fundamentales de Dios, por lo tanto debemos clamar a Dios para que el mismo poder de Elías esté con nosotros para poder realizar esta misma labor con la autoridad que soilo Dios nos puede dar,

CONCLUSION: La vida de Juan el Bautista es inspiradora, quiera Dios levantar en este tiempo hombres y mujeres con las características de este hombre de Dios, porque al igual que Juan, nosotros también somos llamados a preparar el camino a Cristo, pues el vuelve por segunda vez y espera encontrar un pueblo bien dispuesto, aunque al final terminó degollado, sabemos que logró el propósito de Dios en su vida y entró triunfante al reino de los cielos, seguramente nosotros también podremos servir a Dios y esperar la victoria en la aparición de nuestro maestro en las nubes don de nos recibirá en gloria.