viernes, 19 de septiembre de 2008

¿CUAL ES EL CONCEPTO QUE TIENE JEREMÍAS DE DIOS?



Antes de iniciar con el desarrollo de este estudio es necesario tener en cuenta que el contenido del libro de Jeremías nos muestra de una u otra forma los atributos de Dios, algunos no se notan o dicen textual o directamente, pero se hacen ver en las revelaciones que Dios le da al profeta, en las reacciones con los diversos pueblos que se ven involucrados en la escena, en el desarrollo de los juicios y los acontecimientos que se desarrollan en el pueblo de Israel y sus vecinos, tanto cercanos como lejanos. Toda la experiencia vivida por el profeta es un material maravilloso para tener un acercamiento mayor a la realidad de Dios, que indiscutiblemente fue percibida por el profeta mismo, pues tuvo que vivirlo en carne propia, además podemos tener también nosotros con base en dicha experiencia una mayor profundización en el conocimiento de Dios y sus atributos o propiedades[1].
He decidido abordar este tema tomando como base la clasificación que se le ha asignado tradicionalmente a los atributos de Dios en comunicables e incomunicables, pero observando solo el contenido del libro de Jeremías.

I. ATRIBUTOS INCOMUNICABLES ENCONTRADOS EN JEREMÍAS.

A. LA PROPIA EXISTENCIA DE DIOS (ASEIDAD DE DIOS).
En el libro de Jeremías no encontramos a Dios tratando de demostrar su existencia, pues la realidad de Dios se hace manifiesta desde el comienzo del libro, simplemente nos dice: “Palabra de Jehová le vino (a Jeremías) en los días de Josías. (v.1:2), esta expresión se desarrolla naturalmente a lo largo de todo el libro, la realidad de Dios se presenta como algo totalmente natural, pues Dios mismo se comunica abiertamente con el profeta como alguien que es independiente en sus obras, decretos o virtudes. No se muestra a Dios como alguien que necesita del hombre o de cualquier otro factor externo para poder existir., de hecho es el hombre quien depende totalmente de Dios, y es Él quien ordena sus pasos (v. Jer. 10:23). Cuando hablamos de la propia existencia de Dios, queremos decir que “Dios existe por si mismo”[2], y que “la base de su existencia se encuentra en Él mismo”[3], esto lo notamos claramente en Jeremías en el hecho de la mayor parte del tiempo habla de juicios y pronosticaciones, lo cual nos obliga a pensar que si Dios tiene el control del futuro de algunas personas o países enteros, y puede ver claramente el fin que les espera, no sería lógico creer que Dios mismo depende del hombre para existir. Esto no se nota solo en las declaraciones proféticas de Jeremías, sino también en declaraciones específicas en las que se manifiesta un Dios “independiente de todas las cosas, y que todas las cosas existen solamente por causa de Él”[4]. En el capítulo 10, cuando en el verso 6 declara: “No hay semejante a Ti” nos da la idea de que no existe nada que pueda llegar a estar a la altura de su poderío, y aunque el hombre fue creado a su “imagen y semejanza” no es contradictorio con la expresión que utiliza aquí el profeta y mucho mas cuando observamos en el contexto del pasaje que Jeremías está exaltando el poderío de Dios frente a los falsos dioses de las naciones paganas. Jeremías por la revelación del E.S. nos deja claro que Dios es el creador del cielo y de la tierra: a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos”. (Jer. 10:12-13); “Porque el es el Hacedor de todo” (v.16), lo cual claramente nos hace entender que todas las cosas subsisten por el Señor.

Dios también se manifiesta en Jeremías como un Dios independiente en su voluntad, pues declara en el capítulo 18:8 que si “esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré del mal que había pensado hacerles”, queriendo decir que estaba dispuesto a perdonar con base en el arrepentimiento de dichos pueblos, no quiere decir esto que Dios tiene pecados de los cuales se debe arrepentir, sino que utilizó un leguaje antropomórfico para que las personas que estaban recibiendo este mensaje pudieran entender lo que Dios les quería decir, pero era Dios mismo quien estaba poniendo las reglas del juego, no dependía de nadie para actuar.

B. LA INMUTABILIDAD DE DIOS.
Otro atributo que entendemos de Dios y que ha sido trastornado por algunos en la actualidad es que Dios no cambia, el no está en proceso, sino que es el mismo en su esencia siempre, no sufre ninguna alteración en su naturaleza. El texto que tratamos anteriormente podría ser malentendido por aquellos que afirman que Dios cambia, aquí no significa que Dios cambia en su esencia cuando se arrepiente de hacer algo, sino que Dios está siempre en acción y en sus relaciones con los hombres se pueden producir cambios que son fruto del comportamiento del hombre mismo en su relación con Dios.[5]
En el libro de Jeremías se nota que Dios no cambia en sus decretos y sus juicios, Dios no cambia sus posiciones en cuanto a la idolatría del pueblo y las consecuencias de la misma, no cambia en cuanto a la necesidad de castigar el pecado de los pueblos y también de perdonarlos si existe un verdadero arrepentimiento, no cambian los principios morales que Dios establece a través de los mensajes transmitidos por el profeta.

C. LA INFINIDAD DE DIOS.
Este atributo nos habla acerca de la perfección de Dios que queda libre de todas las limitaciones.[6] Jeremías nos habla de esta propiedad de Dios en 23:23-24, en donde nos habla acerca de la Omnipresencia de Dios: “¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?” ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?, aquí vemos que para Dios no hay limitaciones de espacio, pero no significa que Dios tiene una extensión corporal en la que puede tener una parte aquí y otra en otro lugar, cuando dice que “llena el cielo y la tierra” no debe interpretarse según las creencias del panteísmo (Dios es todo y todo es Dios), sino que Dios no tiene ninguna limitación de tiempo ni de espacio, y a pesar de que Dios está en todos los lugares (inmanente), también es totalmente aparte de su creación(trascendente). Esta característica mas específicamente es la que se conoce como inmensidad de Dios: “Dios trasciende todas las limitaciones espaciales, y sin embargo está presente en cada sitio del espacio con todo su Ser”[7].

También podemos hablar de la infinidad en cuanto al tiempo. Dios no está limitado al tiempo, sino que creó el tiempo para incorporar en el al hombre y al universo. Esto se nota claramente en las pronosticaciones que da por medio del profeta, pues están descritas posibles situaciones que ocurrirían en el futuro dependiendo de la opción que tomara la persona a la que se le estaba hablando. Este ejemplo aparece en el capítulo 42 cuando Johanán consultó a Jeremías acerca de lo que debían hacer con respecto al lugar en el que debían estar, si se debía quedar o partir para Egipto, Jeremías dio su respuesta, pero no fue aceptada, a pesar que en un comienzo habían dicho que obedecerían fuera lo que fuera, decidieron entonces partir para Egipto y más adelante se cumplió el pronóstico de desolación y destrucción para ellos, esto quiere decir que Dios se había adelantado de antemano a los acontecimientos que iban a ocurrir en el futuro, por decirlo de alguna manera, realmente Dios conoce todo lo que ocurrirá en el tiempo, el tiene control del pasado, del presente y del futuro, aunque para Él en si mismo no exista esta división, a pesar de esto, Jeremías en su relación con Dios no habla como si Dios estuviera aparte del tiempo, de hecho, le recuerda los acontecimientos ocurridos con el pueblo de Israel en su liberación de Egipto (v. 32:20-23). En estas líneas estamos hablando de la eternidad de Dios, y resulta muy interesante pensar que Dios siendo eterno tiene planes de llevarnos a su eternidad, y esto también esta manifestado en Jeremías cuando afirma lo siguiente: “Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos” Jer. 32:39. Dios desea que vivamos eternamente con Él siguiendo sus preceptos, su perfección moral, la eternidad de Dios es un atributo que Dios desea trasmitirnos a nivel moral y ético basado en su temor reverente.

D. LA UNIDAD DE DIOS.
Aquí es necesario Tomar la división que realiza Lois Berkhof cuando habla de la “Unitas Singularitatis” que significa que Dios es uno numéricamente hablando (unidad) y que en su carácter es único (unicidad)[8]. Quiere decir que Dios es el único Dios verdadero, y este es uno de los temas mas enfatizados por Dios mismo a través del profeta Jeremías cuando continuamente esta advirtiendo a lo largo del libro que la causa de los juicios decretados fue la idolatría y lo expresa de la siguiente manera: “Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehová y anduvieron en pos de dioses ajenos…”Jer. 16:11; “es en vano porque en pos de nuestros ídolos iremos” 18:12; “edificaron lugares altos a Baal” 19:5 “dejaron el pacto de Jehová su Dios, y adoraron dioses ajenos y les sirvieron” Jer. 22:9; “profetizaban en nombre de Baal” 23:13; además de la adoración a la reina del cielo, (v. 44:17,18,19,25), Dios quiere manifestarse como el único Dios, no existe nada di nadie que se compare con Él y toda existencia se deriva de Él.

II. ATRIBUTOS COMUNICABLES ENCONTRADOS EN JEREMÍAS.

A. ATRIBUTOS INTELECTUALES.
1. El conocimiento de Dios. Podemos decir que Dios conoce todo y se conoce a si mismo, estos son los atributos conocidos como Omnisciencia y Presciencia, los cuales también se ven reflejados en el libro de Jeremías. El mismo profeta fue objeto del conocimiento de Dios: Jer 1:5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”, es increíble pensar que fuimos conocidos y formados por Dios aún antes de ser creados, aquí se nota el conocimiento que tiene Dios del hombre, que es tan profundo, que ni aún el hombre mismo tiene un conocimiento de si mismo tan exacto. En este pasaje también se deja ver el atributo de la Presciencia, que significa que Dios sabe todas las cosas antes de que ocurran, quiere decir esto, que Dios sabía de antemano quienes iban a obedecer su palabra y quienes la rechazarían, y con anterioridad decretó juicios que serían llevados a cabo, esto se ve reflejado también en el momento en que Sedequías consulta a Jeremías y este le da un pronóstico exacto de lo que acontecerá dependiendo de la decisión que llegue a tomar. La omnisciencia de Dios se observa claramente en las palabras transmitidas por Jeremías: Jer 17:10 “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”, los deseos e intenciones mas profundas Dios las conoce y escudriña, aun conoce las motivaciones de las personas para actuar, aunque aparentemente sean buenas obras.

2. La sabiduría de Dios. Aquí podemos decir que tanto la sabiduría como la inteligencia van de la mano, pero en cuanto a Dios, Jeremías lo expresa de la siguiente manera: Jer 51:15 “El es el que hizo la tierra con su poder, el que afirmó el mundo con su sabiduría, y extendió los cielos con su inteligencia”. Jer 10:12 “El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría”; esto quiere decir que la sabiduría de Dios se ve reflejada en su creación. Nosotros entendemos la inteligencia como un don que se obtiene como resultado del estudio, y la sabiduría es la capacidad intuitiva de aplicar el conocimiento a la vida práctica para producir los mejores resultados, en el hombre podemos definirlo de esa manera, pero en Dios no, puesto que la inteligencia de Dios no es algo que Él halla adquirido como fruto de su estudio, puesto que Él es el dueño de toda la inteligencia existente de una manera infinita, mas sin embargo, según la explicación de Jeremías, en Dios podemos encontrar tanto inteligencia como sabiduría.

3. La veracidad de Dios. En Jeremías encontramos la siguiente expresión: “Mas Jehová es el Dios verdadero” Jer. 10:10. Esto quiere decir que Dios cumple todos los requisitos que debe tener para ser el único Dios con respecto a otros dioses posibles, y además, es el Dios en el que podemos depositar nuestra confianza, ya que es el único que puede mostrarnos las cosas tal y como son realmente. En los diversos relatos encontrados en Jeremías vemos a diversos personajes que decidieron no hacer caso de las advertencias de Dios, llevándoles esto a consecuencias desastrosas, prefirieron creer las adivinaciones de falsos profetas y dioses extraños y tuvieron que sufrir terribles consecuencias de esa decisión.

4. La fidelidad de Dios. A pesar de las rebeliones del pueblo de Israel, y de que tubo que pasar por diversas pruebas para aprender la justicia de Dios, no los abandonó para siempre, sino que esperó el momento preciso para que se cumplieran las promesas que les había hecho con anterioridad. Les promete retornarlos a la tierra de donde habían salido y nunca dejaría de ser el Dios de ellos, Dios nunca abandona su pacto y siempre cumple sus promesas, esta característica de Dios es la que nos hace estar seguros y firmes en la fe en Él.

B. ATRIBUTOS MORALES.

1. LA BONDAD DE DIOS.
Jeremías afirmó: “Alabad a Jehová de los ejércitos porque Jehová es bueno…” Jer. 33:11. A pesar de todos los conflictos que Dios sostuvo con el pueblo de Israel, y de los juicios y disciplinas que debió ejercer, no dejó de ser un Dios perdonador, un Dios misericordioso y compasivo. Jeremías sufrió muchos oprobios por causa de su labor como profeta, pero una y otra vez fue librado, incluso de la muerte, Dios le prometió que estaría con el y que sería librado de sus enemigos y así lo hizo Dios. Para todos los que se encontraban en angustia o necesitados Dios mostraba amor y bondad, a pesar de que no merecían su favor.

2. LA SANTIDAD DE DIOS.
Al igual que lo observado en el profeta Isaías, nos damos cuenta que en Jeremías se manifiesta la santidad de Dios en sus demandas, todos los juicios decretados tenían el propósito de santificar, y en muchos casos no solo al pueblo de Israel, sino también a otros pueblos y personas paganas, casi todo el libro de Jeremías refleja la intención de Dios de purificar por medio de los juicios.


EL CONTRASTE ENTRE CONFIAR EN DIOS Y CONFIAR EN EL HOMBRE JER. 17:5-10.

“Maldito el hombre que confía en el hombre”. Es una frase muy conocida en nuestro medio evangélico, y solemos aplicarla a diversas situaciones, especialmente cuando tenemos una experiencia amarga con alguna persona o algún amigo cercano, la aplicamos cuando alguien traiciona nuestra confianza o nos deja solos cuando teníamos una responsabilidad común. Es imposible negar que casi todos los seres humanos han tenido que pasar por este tipo de experiencias en sus relaciones interpersonales, y no nos debemos basar solo en las experiencias que hemos tenido para afirmar que esto es cierto, si nos apoyamos en la palabra de Dios, nos damos cuenta de que el hombre es un ser caído, lleno de corrupción moral y muerto espiritualmente. Bajo esta perspectiva, no deberíamos confiar en ningún ser humano definitivamente, y mucho mas con la afirmación que da el versículo 10 del capítulo en mención cuando nos dice: “Engañoso es el corazón mas que todas las cosas, y perverso, ¿quien lo conocerá? Nótese que dice que el corazón del hombre es engañoso, aquí corazón se refiere a los sentimientos, las emociones y la voluntad, era la connotación que tenía para los hebreos, “se trataba esencialmente del hombre completo, con todos sus atributos, físicos, intelectuales, y psicológicos, en el cual pensaba y del cual hablaba el hebreo, y el corazón se concebía como el centro que lo gobernaba todo”[9]. Teniendo esta ampliación del significado de corazón para los hebreos, nos ratifica y confirma que el hombre totalmente es engañoso, a nivel intelectual, físico y psicológico, por lo tanto podríamos concluir que no debemos confiar absolutamente en nadie, de hecho, el mismo pasaje nos advierte de las consecuencias que tenemos si ponemos nuestra confianza en los hombres: “morará en tierra despoblada y desabitada”, “en los sequedales del desierto”, quiere decir que tendremos muchas necesidades, mucha sed y poca provisión. La pregunta que cabe realizar es: ¿acaso no confía Dios en los hombres? ¿No confía Dios en nosotros? Si Dios no confía en nosotros, ¿Por qué nos confió entonces el evangelio para que creyéramos en Él? ¿No confió Jesús en sus doce discípulos? Bueno, a pesar de que uno de ellos lo traicionó, pero vemos a Jesús confiando en hombres como Pablo y Pedro quienes tenían bastante pecado, claro está que otros podrían afirmar que Dios realmente no confiaba en ellos, sino en la obra que el mismo Espíritu de Dios estaba haciendo en ellos, pero no podemos perder de vista que esa obra la estaba realizando en hombres totalmente imperfectos. Podemos decir entonces que no confiamos en los hombres, pero no podemos dejar de confiar en la obra que Dios realiza en el corazón de ellos, pero de una u otra manera nos toca confiar en los hombres, pero no en los hombres en si mismos, sino en la obra que Dios realiza en ellos, confiamos en los hombres no por los hombres, sino por la obra que Dios hace en su corazón, la fin de cuentas, lo que realmente nos esta diciendo el Espíritu Santo a través de este pasaje de Jeremías es que toda nuestra confianza debe estar puesta en Dios, porque Él es el único que puede escudriñar el corazón de los hombres, y si algún día algún hombre nos traiciona, recordemos que es Él mismo quien “dará a cada uno según el fruto de sus obras”. A fin de cuentas, nuestra confianza debe estar puesta totalmente en Dios, nuestro brazo de apoyo, debe ser Él, pues es inconmovible.

[1] Louis Berkhof en su teología sistemática sugiere la palabra “propiedades” como un mejor término frente a “atributos”, ya que atributos puede entenderse como algo que “se le añade al ser divino”, la palabra propiedades señala algo que es propio de Dios. Ver: Berkhof Louis, Teología Sistemática p. 59.
[2] Berkhof Louis, Teología Sistemática p. 67.
[3] Ibid p. 67.
[4] Ibid p. 67.
[5] Ibid p. 69.
[6] Ibid p. 69.
[7] Ibid p. 70.
[8] Ibid p. 72.
[9] E-sword. Diccionario Bíblico Certeza. Corazón.

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